Si eres aficionado a la micología, en el paraje de El Talenque durante los húmedos meses de otoño e invierno puedes encontrar una gran variedad de setas. La comarca atesora más de 500 especies, entre comestibles y tóxicas y gracias al microclima y a la riqueza forestal de la zona se pueden encontrar tentullos, gallipiernos, chantarelas, josefitas, níscalos, lenguas de castaños y rebozuelos, entre otras especies, que por su alto valor culinario tienen un protagonismo especial.
Una vez recolectadas las setas podemos continuar nuestro camino hasta la localidad de Valdelarco. La ruta, de dificultad baja con 7 km de recorrido, forma parte de un camino histórico entre Navahermosa (Galaroza) y Valdelarco, siguiendo el estrecho valle de un arroyo serrano, cuya corta longitud no le priva del arrebato de vida propio de ríos y riberas en territorios señalados por un buen grado de conservación.
Los muros de piedra, que delimitan fincas, y el propio camino son una genuina seña de identidad de los paisajes de estas sierras, además son el soporte de una gran variedad de plantas y animales.
Valdelarco, al final del camino, es un elemento singular del patrimonio histórico andaluz. Es uno de los municipios serranos cuyo casco histórico está declarado Bien de Interés Cultural. Tras el virulento terremoto de Lisboa de 1755 la torre que corona la iglesia parroquial tuvo que ser reconstruida. La casas típicas de la Sierra y sus populares solanas –orientadas al sur– rodeadas por una extensa masa de castaños, dehesas y huertas hacen de este pueblo uno de los grandes desconocidos para muchos.
Un viaje para realizar una escapada rápida y fácil en uno de los lugares de más alto valor ecológico de Andalucía.