Que no le exagero, que no.
Que ya fenicios y romanos quisieron venir a la que hoy es nuestra tacita de plata, dejándonos construcciones que aún hoy en día se siguen descubriendo.
Que no le exagero, que no.
Que si tanto tiempo atrás fundaron aquí la ciudad más antigua de occidente por algo sería. Mucho tendrá que ver su mar y sus playas. Playas donde contemplarás el Guadalquivir, que no quería llegar a su fin sin rozarnos, pasando por Cádiz y su Caleta, Conil, Zahara, Bolonia o Tarifa, hasta llegar al estrecho de Gibraltar, donde estarás entre dos aguas.
Que no le exagero, que no.
Que, teniendo estas costas, normal que el pescaito frito en Cádiz sea un arte: ese cazón en adobo y esas tortillitas de camarones. Normal que no nos falte una buena dorada a la plancha con su piriñaca. Normal que los langostinos de Sanlúcar sean todo un manjar y normal que muchos quieran disfrutar de atunes en el paraíso de Zahara.
Y estos manjares con algo tendremos que echarlos ‘pabajo’, que no sólo por el mar es rica mi tierra. Que no hace falta más que tomarte una manzanilla en Chipiona o un buen vino de Jerez que te quite el “sentío”.
Que no se lo cuenten, que se lo canten.
Que el arte del cante es algo que no falta por aquí. Que como una ola el cante llegó, para sonar en forma de flamenco o en una copla de carnaval. Tierra de Lola Flores y de Camarón. De Alberti y de Paco Alba.
Que no se lo cuenten, que se lo canten.
Que puede disfrutar de este arte en el tablao de una peña o en mismísimo teatro Falla, el de los ladrillos coloraos
Y no puede quedarse sin ver el encanto de nuestros pueblos blancos. Visite Vejer y Grazalema, donde el cielo nos regala más lluvia que a ningún otro lugar de España. Esto ayuda a poder presumir de parques naturales como el de la Sierra de Grazalema o el de Los Alcornocales
Observe las vistas del embalse en Zahara de la Sierra, o asómese al balcón del coño en Arcos de la Frontera. Sí, sí. Discúlpeme la expresión, pero aquí, las cosas por su apodo.
Que no lo exagero, que no.
Que la cúpula de la catedral de Cádiz es amarilla por lo mucho que nos gusta el sol, que nos invita a salir y disfrutar de Cádiz
Aquí no se va a aburrir, porque aquí somos de Feria, de caballos, de surf, de circuito de motos, de carnaval, de flamenco, de la risa, del buen comer, y del disfrute en general. Aquí somos de vivir.